La relación del desarrollo multi-inteligente, el juego y la creatividad en un escenario de clases, se debe proyectar más allá del salón, se tiene que propiciar una mirada con contenidos, con una amplia gama de posibilidades, que el docente tiene que entretejer y proyectar de manera personal en su ambiente de clases.
El juego tiene una importancia fundamental en el desarrollo psíquico del que lo realiza, mejorando la socialización y relación con sus pares (autocontrol, liberación de bloqueos, cooperación, desarrollo de una mayor sensibilidad, etc.) Aprender a través del descubrimiento, la experimentación, el ensayo y error, relacionando de manera activa los conocimientos, con la práctica vivencial, individual y colectiva, irán conformando y asegurando una mejor identidad personal. Crear implica una dimensión actitudinal, a través del desarrollo de la sensibilidad y la expresión de los diversos lenguajes; icónico (lenguaje plástico), analógico, (utiliza el lenguaje corporal y plástico) el simbólico (lenguaje matemático y verbal), audiovisual (imagen, sonido, palabra y color), dramática (que integra la lingüística, la corporal, la plástica y el ritmo musical), la tecno-instrumental (máquinas, artefactos) y en informática el hipertexto.
Es muy importante y necesario brindar un ambiente propicio, con una actitud abierta y flexible, donde el pensamiento creativo fluya de manera libre y divergente, poniendo el énfasis en el desarrollo de la imaginación y la invención a través de la utilización de los diferentes lenguajes. Es por eso significativo recalcar que tanto la crítica y la burla, solamente provocarían obstaculizar el proceso creativo del aprendizaje lúdico.
Ésta propuesta integral de trabajo cooperativo que se plantea, pretende encaminar una fundamentación de base metodológica de acción, de una pedagogía activa, creativa y contextual en la que todos debemos estar comprometidos.
“Las habilidades comunicativas conforman el pilar educativo del S. 21”
La post pandemia nos demuestra que hablar, escuchar (y escucharse) leer y escribir son las habilidades esenciales para aprender a convivir en este complejo y desafiante siglo 21, el que precisa de una educación que comunique valores esenciales como la paz y la sustentabilidad de nuestro planeta, en pos de un futuro mejor para todos y bendecido por el Todopoderoso.